El gimnasio puede ser un lugar interesante para intentar ligar con otro chico.
Encontrar un buen lugar para ligar siendo un hombre gay es difícil. Los bares son ruidosos y la mayoría de las veces uno o ambos se olvidan del otro al día siguiente. El gimnasio parece factible porque hay una gran cantidad de hombres, pero la mayoría de ellos son (desafortunadamente) heterosexuales, y coquetear con ellos puede llevar a encuentros incómodos. Incluso coquetear con otro hombre gay mientras hace ejercicio puede llevar a algunas situaciones incómodas.
Leer mal las señales
Una de las trampas más comunes de coquetear en el gimnasio es malinterpretar las acciones o la amabilidad de alguien como un interés romántico. Hacer suposiciones sin señales claras puede generar vergüenza e incomodidad para ambas partes involucradas. Manténte atento y respetuoso con los límites personales.
Errores con el equipo del gimnasio
Al tratar de impresionar a alguien, es posible que pierdas la concentración y cometas errores torpes. Dejar caer pesas accidentalmente, tropezar en una caminadora o enredarse en bandas de resistencia pueden ser momentos vergonzosos que hacen que los intentos de coqueteo se sientan aún más incómodos.
Atuendo de gimnasio
La vestimenta de gimnasio generalmente está diseñada para la funcionalidad en lugar de la moda, pero cuando coquetean, muchas personas quieren mostrar lo mejor de sí mismas. Encontrar el equilibrio entre la comodidad, la practicidad y el estilo puede ser complicado, lo que lleva a un mal funcionamiento del vestuario o, a sentirse cohibido por la ropa de entrenamiento. También puede ser un día en el que te olvidaste de ponerte la ropa interior y termines arrepintiéndote más tarde.
Atención no deseada
Coquetear en el gimnasio a veces puede atraer la atención no deseada de otras personas que pueden no ser receptivas a las personas LGBTQ+ que expresan abiertamente sus intereses románticos o sexuales. Lidiar con miradas fijas, miradas críticas o incluso un comportamiento de confrontación puede hacer que coquetear en el gimnasio sea extremadamente incómodo.
Mal momento
El momento lo es todo cuando se trata de coquetear, y es posible que el gimnasio no siempre brinde las mejores oportunidades. Acercarse a alguien a la mitad del entrenamiento o durante una sesión de ejercicio particularmente intensa puede tomarlo por sorpresa o hacer que se sienta abrumado, lo que lleva a una interacción incómoda.
Fuente: Pride
Imagen de portada tomada de GymCompany
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