Después de ganarle la batalla al VIH el “paciente de Berlín” está por morir
Por Marlon Rodríguez
«Timothy no está muriendo por VIH, seamos claros. No se ha encontrado VIH en su sangre desde que se curó. Eso se acabó. Esto que le está pasando ahora es por la leucemia», esto lo ha dicho, con dolor en sus palabras, la pareja de Timothy.
Después de una larga batalla contra el VIH y ser una de las personas reportadas en el mundo como curado de VIH, hoy Timothy Ray Brown, el llamado “paciente de Berlín”, está dando otra dura lucha la cual le está quitando la vida.
Fueron 12 años de lucha desde que, descubriendo VIH en su cuerpo, Timothy, un hombre estadounidense tratado medicamente en Alemania fue noticia a nivel mundial cuando al final de su tratamiento por VIH los galenos dieron la buena noticia de que él estaba libre del virus. En su sangre no se encontró rasgo del VIH después de varias investigaciones, algo netamente positivo para toda la humanidad porque da la esperanza de que este mal puede ser tratado y controlado.
Observando la vida clínica de Timothy durante todo este proceso, a él le hicieron trasplantes peligrosos de células madres, algo que en otras personas ha fallado. Algo por connotar es estos trasplantes posiblemente podrían ser parte de la solución, pero no es nada fácil tratar de curar a millones de infectados por el costo que conlleva. Sin embargo, el caso de Timothy científicamente es significativo y valioso para investigaciones futuras contra el VIH. Según el doctor Keith Jerome del Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson en Seattle, «muestra que la curación de Timothy Brown no fue una casualidad y que se puede recrear», algo que puede conducir a enfoques y tratamientos más simples que se puedan usar de una forma amplia en gran parte de la población con VIH.
Timothy después de salir del VIH voluntariamente se convirtió en un modelo de investigación y se sometió a pruebas exhaustivas durante los años siguientes para ayudar a los investigadores a aprender más sobre cómo se erradicó su VIH. Los científicos buscaron virus residuales en su sangre, tejido intestinal y en cualquier otro lugar donde pudieran mirar, pero no pudieron detectar el VIH capaz de replicarse en ninguna parte de su cuerpo.
Timothy Brow | The Washintong Time
Pero en 2019 Timothy de 54 años, comenzó a experimentar dolor y síntomas neurológicos, y las pruebas realizadas a principios de este año revelaron que su cáncer había recurrido y se había extendido a la columna vertebral y el cerebro, dijo Tim Hoeffgen, pareja de Timothy. Durante el apogeo del COVID-19, Timothy fue hospitalizado durante siete semanas, pero entrando este segundo semestre del 2020, Timothy decidió suspender el tratamiento e ingresó a cuidados paliativos en casa.
A Timothy le diagnosticaron VIH en 2003 y comenzó a tomar medicamentos para controlar la infección años después. No está claro por qué esperó tanto. En 2006, Brown vivía en Berlín y estaba en tratamiento antirretroviral con el VIH bien controlado cuando le diagnosticaron leucemia. En 2012 desarrolló linfoma de Hodgkin y aceptó un trasplante de células madre para tratar el cáncer en 2016. Hoy en 2020 Timothy junto a su pareja están informando su actual estado de salud: Timothy se encuentra en cuidados paliativos por recurrencia de la leucemia.
«Timothy no se está muriendo de VIH, solo para ser claros», dijo Hoeffgen. «No se ha encontrado VIH en su torrente sanguíneo desde que se curó. Eso se ha ido. Esto es por la leucemia. Dios, odio el cáncer».
En el paso de esta nueva batalla Tim le ha preguntado a Timothy «¿Qué quieres que le diga a la gente cuando hagamos pública tu situación? Timothy dijo: ‘Dile a la gente que siga luchando. Luchen por una cura para el VIH que funcione para todos. Nunca quise ser el único’».
Fuente: Bay Area Reporte
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