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“Compañeros de viaje” se pone el pie en la boca (literalmente) con un estreno lleno de sexo que ya tiene enganchados a los gays

En su episodio de estreno, el nuevo drama histórico de Paramount +, “Fellow Travelers” o “Compañeros de viaje”, se salta los juegos previos y se dirige directamente al sexo candente, fluido y rudo.

En el período previo a su estreno, nos habían dicho que el sexo sería una gran parte de esta serie de romance. La serie muestra la historia entre Hawkins “Hawk” Fuller (Matt Bomer) y Tim Laughlin (Jonathan Bailey)

El primer episodio de la temporada “You’re Wonderful” es una indicación de lo que está por venir. Podríamos estar viendo uno de los programas de televisión gay más populares del año, o tal vez de todos los tiempos.

*Spoilers a continuación del episodio 1 de Fellow Travelers

En realidad, Fellow Travellers comienza en los años 80, donde nos presentan a Hawk como un hombre mayor que vive con su esposa, Lucy (Allison Williams), en una gran casa suburbana, rodeado de amigos y familiares celebrando su mudanza a Italia.

Pero cuando un viejo amigo, Marcus (Jelani Alladin), aparece con la noticia de que el viejo amante escondido Tim está en San Francisco, muriendo de SIDA, Hawk no puede evitar recordar lo que tenían y lo que podría haber sido.

Corte a: Washington, D.C., 1952. De vez en cuando volveremos la línea temporal de los 80, pero es aquí y ahora donde se desarrollará el quid de la historia de Fellow Travelers.

Hawk, un célebre héroe de guerra, es un firme “trabajador independiente” que trabaja para la oficina del senador demócrata Wesley Smith (Linus Roach), su mentor desde hace mucho tiempo y, como sabemos por nuestra visión del futuro, el padre de su eventual esposa, Lucy.

Resulta que también es un hombre de rol activo, lo cual aprendemos a través de un encuentro encubierto en el baño con un chico más joven llamado Eddie (interpretado por el galán David Tomlinson, para los curiosos). Su sexo es rápido y duro, y está claro que Hawk está acostumbrado a este tipo de aventuras de una noche, ya que se niega a intercambiar números o incluso a dar su nombre.

En una fiesta que celebra la elección de Dwight D. Eisenhower, el infame senador Joseph McCarthy habla de restaurar a Estados Unidos a su antigua gloria (¿te suena familiar?), pero Hawk apenas presta atención cuando un chico llamado Tim, guapo y con gafas llama su atención, pidiendo… leche en el bar. ¡Este tipo es claramente nuevo en la ciudad!

La serie no pierde el tiempo poniendo a estos dos en la órbita del otro y, después de un intenso coqueteo, Hawk recomienda al idealista y católico buen chico Tim para un trabajo en la oficina de McCarthy, aunque con algunos motivos ocultos: quiere que espíe al senador y los esfuerzos de su amigo Roy Cohn (cuyo nombre debería resultarte muy familiar si ha visto Angels In America) para eliminar a los simpatizantes comunistas en Estados Unidos.

Más tarde, Hawk llega inesperadamente al estudio de Tim, ignorando los intentos del tímido novato de entablar una pequeña charla y yendo directo al grano: vino a follar. Y así comienza la primera de muchas escenas de sexo de este episodio, con Hawk agarrando la entrepierna de Tim mientras pregunta: “¿Quién es mi chico?”. Después, apoda a su nuevo pasivo “Skippy”, ¡como si su dinámica dom/sub no fuera lo suficientemente obvia!

Tanto Bomer como Bailey están completamente comprometidos con su actuacion, ninguno de los dos nos da una toma frontal, pero nos muestran casi todo lo demás. Es bastante raro ver un programa de televisión (especialmente uno de los llamados “drama de prestigio”) que sea tan franco y directo sobre el sexo gay, ¡pero Fellow Travellers es la excepción!

Y en ningún lugar se muestra mejor su compromiso que en una escena posterior de la que todos los gays hablan. Tim intenta conseguir una invitación para un partido político ostentoso y codeante con la ayuda de Hawk.

“Soy tu chico, ¿verdad?”, le pregunta a Hawk mientras le muestra esos ojos tristes de cachorrito. “Y tu chico quiere ir a la fiesta”. A Hawk le resulta imposible decir que no, pero le recuerda a Tim quién domina a quién, obligándole a quitarle los calcetines y adorar sus pies. Y Bailey, hay que reconocerlo, realmente se mete los dedos de los pies a Bomer en la boca: ¡hablando del compromiso con la artesanía!

Fuente: Queerty

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