Un hombre le contó su historia a Jake Myers, un terapeuta de la revista Queerty.

Hola Jake,

Mi esposo y yo acabamos de celebrar 15 años juntos. ¡Es súper loco, porque ambos tenemos sólo 35 años! Nos conocimos cuando estábamos en la universidad y formamos una conexión realmente sólida que ha perseverado todos estos años. Hace unos años nos casamos, como una forma de demostrar aún más nuestro compromiso. Hemos construido una vida cómoda juntos, compartimos los mismos valores e intereses, amamos absolutamente a nuestros dos perros y nos consideramos nuestros mejores amigos.

Sólo hay una cosa…

No tenemos sexo nunca.

Sinceramente no recuerdo la última vez, pero debe haber sido hace cerca de un año o más. Todavía lo encuentro guapo y a menudo lo admiro a lo largo del día, pero ya no siento esa pasión ardiente que alguna vez sentí y, claramente, él tampoco. Hemos estado abiertos durante bastante tiempo, por lo que no es que no vayamos a recibir ninguna acción. Simplemente no está entre nosotros.

Supongo que mi preocupación es que si nos permitimos continuar por este camino, ¿nuestra relación estará condenada al fracaso? Tengo miedo de despertarme dentro de 15 años y darme cuenta de que estoy casado con mi compañero de cuarto.

Amigo sin beneficios.

La respuesta:

Estimado amigo sin beneficios,

Lo primero es lo primero, quiero felicitarte por lo que parece una conexión sólida, fuerte y hermosa que ha seguido siendo significativa e importante a lo largo de los años, a pesar de haber creado formas no tradicionales de satisfacer tus necesidades. Parece que no sólo han logrado longevidad, sino que también han fomentado una asociación profunda y satisfactoria entre ustedes, lo que suena mucho más que ser “amigos” o “compañeros de cuarto”.

Las relaciones no tienen porqué verse de cierta manera. Hay todo tipo de dinámicas, arreglos y acuerdos escritos o no escritos para elegir y, en última instancia, depende de cada pareja (¡o grupo!) descubrir qué funciona mejor para ellos.

Cuando has estado con alguien durante mucho tiempo (¡por cierto, 15 años es prácticamente una eternidad en los años homosexuales!), es natural que la atracción sexual entre las partes evolucione y cambie. Los humanos estamos programados para la novedad, por lo que no es exactamente sorprendente que no estés saltando unos de otros con la misma voracidad que lo hacías cuando eran compañeros de la universidad. Afortunadamente, si miramos más allá de los límites de la heteronormatividad, existen soluciones para ello.

Claro, el sexo es una forma de conectarnos y experimentar intimidad con otra persona, pero no es la única. Incluso cuando la “pasión ardiente” se desvanece, algo aún más significativo puede afianzarse. Se forman vínculos poderosos al compartir nuestras vulnerabilidades unos con otros, al ver y comprender a nuestra pareja incondicionalmente y al apoyarnos mutuamente cuando los tiempos se ponen difíciles. Son estas cosas las que construyen una base sólida, más que cuántas veces a la semana las haces.

Afortunadamente, como personas queer, tenemos la perspectiva única de que está bien diseñar nuestras vidas y relaciones de manera que funcionen para nosotros, en lugar de hacerlo según los estándares de la sociedad. Las relaciones abiertas y la no monogamia son muy comunes, ya que conservan lo que tiene de especial una pareja y, al mismo tiempo, son realistas sobre nuestros impulsos biológicos.

Por supuesto, la comunicación, la confianza y el respeto son componentes clave para que esto funcione. Ambas partes deben estar en sintonía, incluso estar de acuerdo sobre cuánto sexo tienen entre sí o fuera de la relación. Si ese no es el caso, podría estar justificada una conversación.

En otras palabras, si tienes menos relaciones sexuales de las que crees que “deberías”, pero ambos están de acuerdo con eso, tal vez sea hora de dejar de lado el “debería”. Por el contrario, si te falta la intimidad sexual, habla de ello.

A medida que avanzan hacia los próximos 15 años, los animo a que sigan fomentando su vínculo. Puede ser fácil quedar atrapado en la rutina diaria de la vida, el trabajo, la rutina y las tareas domésticas, y requiere esfuerzo mantenerse conectado. Encuentren un momento y un lugar para compartir regularmente de manera significativa.

Claro, es posible que sean grandes “amigos”, ante todo, pero eso no significa que “no haya beneficios”. ¡Felicidades de nuevo! ¡Estoy feliz por ti!

Fuente: Queerty

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