Puede que vivamos en una época en la que a los gays y las lesbianas se les permite servir abiertamente en el ejército, pero eso ciertamente no significa que salir del armario sea una elección de todos.
Para un exsoldado de operaciones especiales gay y actual contratista en el extranjero, vivir una doble vida ha sido una opción más atractiva que unificar su identidad laboral y personal.
Y si bien sostiene que la separación es adecuada para él (¿y quiénes somos nosotros para decir que está equivocado?), esa compartimentación no siempre puede ser fácil.
Este hombre decidió responder algunas dudas sobre su vida en línea.
¿Cuándo y cómo te diste cuenta de que eras gay? ¿Tu familia lo sabe?
“Siempre supe que era diferente. Durante la escuela secundaria, mucha gente pensaba que era tímido, aburrido o introvertido y todo eso, pero en realidad simplemente no me interesaban las chicas. Tuve una novia en la secundaria, pero eso fue porque eso es exactamente lo que hacías en la secundaria. Después de graduarnos, nos casamos porque eso era lo que hacían todos los demás. ¡Sorprendentemente, no duró! Mi primera experiencia gay no fue sino hasta los 20 años.
Fue un momento muy confuso para mí, porque sentía que “no deberían” gustarme los chicos. Lidié con muchas emociones diferentes y definitivamente hubo una lucha interna que no disminuyó hasta que pude llegar a un acuerdo y aceptar quién y cómo era. Dicho todo esto, vivir una doble vida y guardar secretos no es saludable, ni psicológica ni emocionalmente, pero ese es simplemente el precio que sentí y siento que tengo que pagar. Es una compensación que creo que vale la pena. Mi padre falleció hace varios años, pero mi madre y mis hermanos lo saben. Han llegado a aceptarlo, pero no se los restriego en la cara”.
¿Te enorgulleces de lo que haces o solo lo ves como un trabajo?
Sí, me sentí muy orgulloso de lo que hice y sigo haciendo. Parte de ello es ser un profesional y querer hacer un buen trabajo. Parte de eso es que creía en la misión. Gran parte de esto se debe a que amaba a los muchachos con los que servía. Eran y son mis hermanos.
¿Cómo controlas tus emociones en el trabajo?
Siempre se me ha dado bien compartimentar las cosas. Cuando estoy “en el trabajo” o “salgo con los chicos”, simplemente lo mantengo bajo llave y mantengo mi personaje, por así decirlo. La razón de esto siempre ha sido mi deseo de asociarme con ser un profesional y mantener mi vida privada en privado.
Además, nunca me he sentido atraído por un hombre con el que he servido, a quienes considero mis hermanos. Sentirse atraído por uno de ellos sería similar a sentirse atraído por un hermano, si eso tiene sentido.
Fuente: Queerty
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