¿Te llama la atención un chico en el gimnasio, pero él no voltea ni a mirarte? Puede que no sea por falta de interés.
Un reciente reporte de la revista Psychopharmacology descubrió por qué podría ser que ese chico que tanto miras en el gimnasio no te presta atención.
El estudio reciente basado en 171 hombres adultos encontró que aquellos que usan esteroides anabólicos androgénicos (generalmente para aumentar la testosterona y mejorar la masa muscular) tienen más probabilidades de tener problemas para reconocer las “expresiones emocionales faciales”. Especialmente miradas de ira y disgusto.
(De repente, tantos momentos vergonzosos en el gimnasio tienen sentido).
Los investigadores especularon que los efectos conductuales asociados con el uso de esteroides, como “aumento de la agresión, ansiedad, depresión y trastornos de la personalidad”, podrían incluso deberse al deterioro no verbal.
Entonces, tal vez el Adonis perfectamente esculpido de 180cm que admiras mientras estás sentado en las bicicletas estáticas no puede distinguir que estás interesado en él.
O simplemente es heterosexual.
Sin embargo, el uso de esteroides en la comunidad LGBTQ+ ha crecido a lo largo de los años como una forma de mantener un determinado físico.
Un estudio de 2017 informó que el 5,2% de los hombres homosexuales y bisexuales en Australia consumían drogas. Además, un considerable 21,6% de los asistentes al gimnasio homosexuales y bisexuales en el distrito Castro de San Francisco admitieron haber tomado esteroides en algún momento.
Y la razón es a menudo la misma que nos lleva al gimnasio en primer lugar: el deseo de alcanzar los estándares de belleza masculina de la sociedad.
“La mayoría de los hombres homosexuales son humillados por los estándares culturales de masculinidad”, dijo el psicoterapeuta Adam Blum del Gay Therapy Center.
“Lo peor de los hombres homosexuales a los ojos de la cultura es que a menudo tenemos cualidades más femeninas, por lo que en cierto modo tiene mucho sentido que intentemos compensar la vergüenza que hemos experimentado creando cuerpos que sean el ideal masculino”.
Dicho esto, el debate sobre la inteligencia y la fuerza podría estar cambiando. Especialmente para aquellos que buscan una relación seria.
Según un nuevo estudio brasileño para Archives of Sexual Behavior, las personas tienden a priorizar la inteligencia y la amabilidad sobre el atractivo y el dinero a la hora de seleccionar pareja.
¿Quizás los buenos chicos no terminan últimos después de todo?
La conclusión se basó en respuestas de personas heterosexuales, homosexuales y bisexuales. Pero hubo algunas conclusiones interesantes basadas en las respuestas de la comunidad LGBTQ+ en particular.
Aparentemente, “la preferencia por la bondad era particularmente pronunciada entre las personas bisexuales”.
Y, curiosamente, el atractivo físico no era tan importante para los miembros de la comunidad queer como lo era para los hombres heterosexuales. Pero tanto los hombres homosexuales como las mujeres heterosexuales valoraban el “estatus social” como un rasgo más que cualquier otro grupo.
Entonces, en conclusión, en lugar de intentar comunicarte en silencio con la persona que te gusta del gimnasio, intenta explicárselo con palabras.
Fuente: Queerty
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