¡Un mapa con los chicos más calientes de tu ciudad!
Desde que empecé a usar BKDR mis planes para pasarla bien con otros chicos se han incrementado, y esto es en gran parte gracias a su mapa de navegación que no sólo es divertido y muy sencillo de usar sino que además me muestra perfiles interesantes a lo largo y ancho de toda la ciudad.
Este mapa de geolocalización es la herramienta principal de BKDR a la hora de conseguir nuevos contactos y gracias a él puedes conectarte con chicos de tu entorno o de zonas más alejadas de tu ciudad. Es como tener una ‘bola de cristal’ que te permite ver más allá del lugar donde vives y expandir tus posibilidades de hallar eso que tanto deseas.
Para muchos este mapa de BKDR representa la evolución de los mapas de cruising que durante mucho tiempo han ayudado a nuestra comunidad a la hora de tener encuentros casuales de placer… Y ya que estamos en el tema, conviene hablar un poco de historia para entender cómo es que hemos llegado hasta aquí.
Empecemos por entender el origen del cruising y cómo esta actividad de buscar chicos para encuentros anónimos estaba ligada a lo complicado e inseguro que era conocer a otras personas para tener sexo. Hoy somos afortunados de poder estar con quien queremos, pero hubo una época no muy lejana en la que la homosexualidad o cualquier condición sexual que se saliera de la norma era perseguida y castigada. Por eso aparece el cruising para revelarnos cuáles eran esos lugares seguros y apartados, donde dos chicos podían conocerse sin problemas.
Sobre el origen del término Cruising no existe un consenso. Algunos dicen que viene de la palabra neerlandesa kruisen, que significa “cruz” y haría referencia al momento en el que dos personas se “cruzan” en un lugar o cruzan sus miradas dándose el ok para tener sexo.
Otros dicen que el origen de la palabra cruising se relaciona con un bar que estaba a las afueras de la ciudad de Albuquerque, en Estados Unidos. Este bar se llamaba “Booze n’ Cruise” y se hizo famoso en la década del 70 entre los gays que pasaban por ahí debido a la apertura de su ambiente y a la posibilidad de tener encuentros casuales con otros hombres.
Sea cual sea el origen de la palabra, el cruising ha pasado de ser una necesidad para convertirse en una fantasía sexual que todavía atrae a más de uno; y digo esto con alegría porque me alivia saber que no necesito viajar obligatoriamente hasta un sitio lejano para conocer a un chico de forma segura, sino que ahora me basta abrir BKDR, contactar a los perfiles que me interesan y quedar con ellos para pasar un momento agradable y sin complicaciones.
Si aún no conoces BKDR, te invito a entrar en su plataforma, dar un viaje por su mapa y sorprenderte gratamente con los perfiles que esperan por conocerte. Tal vez el chico que esperas conocer se encuentre al otro lado de la ciudad… o tal vez viva en tu mismo edificio y aún no lo sabes.
Fuente: Queerty
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