Esto es lo que necesitas saber sobre el cruising gay en los gimnasios.
Algunos hombres gays consideran que el cruising es un arte perdido, reemplazado por las aplicaciones para ligar, un clima social evolucionado, normas queer cambiantes y todo lo demás. Estas personas nunca han estado en un “gimnasio gay”.
Las aplicaciones de citas hicieron que ligar fuera más fácil. Eso es lo que hace la tecnología: hace las cosas más fáciles, no mejores. Ahora lamentamos la facilidad con la que podemos encontrar a un chico cerca que cumpla con todas nuestras especificaciones con solo unos clics.
Si quieres probar el clásico arte de buscar sexo en público, coge tus pantalones cortos (no es necesario que lleves ropa interior) y unos guantes de levantamiento de pesas. Es hora de sudar.
A continuación, algunos tips para hacer cruising de forma exitosa en el gimnasio.
Encuentra un “gimnasio gay”
Debes encontrar un gimnasio donde se suela reunir la comunidad gay de tu cuidad. Unas pequeñas búsquedas en internet te darán la respuesta.
Cámbiate en el gimnasio
La mayoría de los encuentros sexuales ocurren en el vestuario, la verdad. Descubrirás que la mayoría de los chicos no quieren que los acosen demasiado en la sala de pesas. A mí me encanta tener encuentros sexuales y que me busquen, pero también me tomo muy en serio el tiempo que paso en el gimnasio. Si alguien me acosa abiertamente durante un levantamiento de pesas, puede ser una distracción y un poco molesto.
Desnúdate
Cada vez que voy a un gimnasio gay, me desnudo tres veces: una cuando me estoy poniendo la ropa de gimnasio, otra cuando estoy sudando y me la quito, y otra cuando me vuelvo a poner la ropa o después de ducharme. El hecho de desnudarme repetidamente les da a los chicos tres oportunidades de echar un vistazo y hacer un movimiento.
Usa tu ropa usual de gimnasio
No uses los shorts más cortos y ajustados que tengas. Es más sexy usar ropa deportiva real.
Dicho esto, no uses shorts de baloncesto holgados. Usa ropa deportiva que te quede bien y que muestre tu cuerpo.
No uses audífonos todo el tiempo mientras entrenas
Los auriculares son útiles si quieres terminar tu entrenamiento y marcharte. Sin embargo, si estás al acecho, necesitas estar presente y observa a la gente. Los auriculares dicen: «No me interesa, así que déjame en paz».
Haz contacto visual
El contacto visual se produce mediante miradas desviadas, sostenidas, directas o fugaces. Mirar de reojo es un arte que no se puede enseñar. Dominar la mirada perfecta requiere práctica.
No mantengas el contacto visual durante demasiado tiempo a menos que recibas señales de que él también te está mirando (una media sonrisa mientras examina tu cuerpo es una buena señal).
Pídele que te apoye en tu ejercicio
Algunas personas que hacen cruising dicen que esta maniobra es demasiado atrevida. No estoy de acuerdo. Le estás pidiendo a él que sea quien te apoye en un ejercicio, no tu novio. Tener a un ayudante es útil, especialmente si estás levantando mucho peso.
Siempre sé cortés y respetuoso
No hay nada más desagradable que un tipo imbécil que no respeta las normas de etiqueta del gimnasio. Es un desaire automático. No dejes las mancuernas tiradas en el suelo. Vuelve a colocar las pesas en el soporte. Cuando hayas terminado, limpia el equipo. No acapares las máquinas.
Se amigable
Si te habla, habla con él de manera auténtica. Dile tu nombre. Pregúntale sobre algún levantamiento que lo hayas visto hacer, incluso si ya sabes cómo hacerlo. A los hombres les encanta hablar sobre su levantamiento “único”, qué grupos musculares trabaja y cómo su “amigo entrenador” les enseñó a hacerlo. Todos tenemos una historia de gimnasio que nos gusta contar. Yo, sin duda, la tengo.
Pon atención
Si te hace un gesto con la cabeza antes de entrar al vestuario, acorta tu entrenamiento. A veces, debemos sacrificar los últimos minutos de nuestra rutina para ducharnos frente al hombre de nuestros sueños… o un extraño con un lindo trasero.
No hagas cruising en saunas o turcos
Conozco más historias de hombres que han atrapados en saunas y turcos que de historias de éxito. Normalmente, las saunas y los turcos solo tienen una puerta. Si tienes una erección en la ducha, puedes cerrar rápidamente la cortina si el personal del gimnasio está cerca. ¿En el turco? Ni hablar.
No te pongas nervioso
Toma las cosas con calma, si el otro chico te ha dado señales de lo que quiere hacer es seguro que pasarán un buen rato.
Fuente: Gayety
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