Las axilas han estado excitando a los hombres homosexuales durante siglos.
Queerty preguntó a varios hombres sobre este fetiche tan común en la comunidad gay y a continuación hay algunas de las respuestas.
“El sudor que brota de las axilas siempre me pone como una roca”, dice Patrick O’Rourke un hombre de Irlanda, quien no se avergüenza de describir lo que más le excita de un hombre. “Para mí, las axilas encapsulan la masculinidad”, dice. “El vello de las axilas y el olor a almizcle es la representación definitiva de un ‘hombre’, y si te atraen los hombres, ¿qué es mejor que eso?”.
Continúa explicando que cuando se ven películas para adultos, muchos de los escenarios involucran “actividad extenuante” que en última instancia podría activar las glándulas sudoríparas en las axilas, por lo que sabe que esto debe ser un fetiche común entre los hombres.
“Desde el entrenador personal vigoroso, pasando por el servicial reparador, hasta el fogoso bombero… siempre hay algo situacional que hace que el sudor fluya. Eso es intencional”, dice. “Se trata del anhelo de un hombre gay por la máxima masculinidad. El sudor y el cabello encapsulan esto”, resume.
Seamos realistas, esta fascinación no está ligada solo a Irlanda. Por supuesto, todos tenemos lo nuestro. A algunos chicos les gustan las piernas; algunos no pueden decir que no a un pecho peludo. Algunos ojos hambrientos mirarán de inmediato un bíceps musculoso, o un trasero grande.
Pero si Internet es una indicación, la obsesión que ha estado causando que los hombres homosexuales se desmayen durante eones es la axila masculina. El foro Subreddit llamado Male Armpit Appreciation tiene más de 50.200 miembros, mientras que PitsPervMan, solo uno de los muchos santuarios de axilas en IG, tiene casi 90.000 devotos.
Entonces, ¿qué tiene la axila, algo que inicialmente podrías asociar con olores desagradables y toxinas expulsadas del cuerpo, que hace que nuestra sangre fluya?
Es perfectamente normal que ciertas partes del cuerpo estimulen la excitación sexual. Después de todo, nuestros cerebros están conectados para ver ciertas imágenes y, posteriormente, producir hormonas que nos exciten y nos preparen para la acción. (La oxitocina y la hormona estimulante de los melanocitos α son importantes para provocar la excitación sexual, así como la testosterona).
Por otra parte, una de las características críticas del cuerpo masculino son las feromonas que contribuyen a la atracción sexual.
Las axilas, por su diseño, son un potente transmisor de estas feromonas. “Una cosa que es de particular interés en la región de la axila es la presencia de glándulas sudoríparas apocrinas”, explica Mark Sergeant, profesor titular de la Universidad de Nottingham Trent que se especializa en la psicología del olfato y el comportamiento sexual humano.
“Estas glándulas están bien ubicadas para emitir olores”, dice, “especialmente durante el sexo, donde hay muchas posibilidades de tener intimidad alrededor del pecho y el cuello”. Sudamos a chorros cuando experimentamos emociones como vergüenza, estrés o miedo, pero, como dice Sergeant, eso no es todo. “Las glándulas apocrinas se activan en respuesta a estados mentales/emocionales, lo que podría incluir la excitación sexual”.
Fuente: Queerty
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