Una mujer decidió consultar a Jake Myers, un terapeuta licenciado de la revista Queerty sobre su particular situación.
Hola Jake,
Aquí una mujer heterosexual de 30 y tantos. Mi novio y yo llevamos juntos unos cinco años y vivimos juntos desde hace tres. Nuestra relación es buena. La comunicación es buena. El sexo es bueno. Solo hay una cosa… Recientemente expresó interés en hacer un trío conmigo y otro chico. Me tomó por sorpresa ya que nunca antes había mencionado nada sobre ser bisexual. Dice que nunca ha estado con otro hombre, pero que siempre ha sentido curiosidad. También dice que sólo puede hacerlo si yo también estoy en la habitación. Si bien estoy feliz de que se sienta cómodo expresándose esto conmigo, no estoy segura de cómo me siento al respecto. La idea de estar con dos hombres a la vez suena excitante, pero lo que me obsesiona es la idea de verlo realizar actos sexuales con otro hombre. Además, sé que esto probablemente sea irracional, pero ¿qué pasa si decide que le gusta más estar con un hombre que con una mujer? ¿Cómo me siento más cómoda con esto?
Sally… y Harry
Jake responde:
Queridos Sally… y Harry
Te doy crédito por tener la mente lo suficientemente abierta como para considerar detenidamente esta situación con tu novio, y no simplemente cerrarle la puerta de inmediato.
Aquí está la cuestión… Tu hombre definitivamente tiene algunos sentimientos o deseos que quiere expresar. Si le negaras cualquier posibilidad de expresarlos, no los haría desaparecer. En cambio, podría reprimir esos impulsos, empujándolos muy profundamente, lo cual nunca es bueno.
Según Healthline.com, “la represión puede contribuir a la angustia emocional y los síntomas de salud mental, incluida la renuencia a actuar según los deseos sexuales, el miedo y la ansiedad relacionados con el sexo, la culpa asociada con los deseos sexuales y la dura autocrítica de los pensamientos sexuales”.
Si no hubiera reprimido sus deseos, es posible que simplemente hubiera cortado la comunicación contigo sobre sus atracciones y se hubiera entregado a ellas a tus espaldas. La deshonestidad o la traición nunca conducirán a una relación exitosa.
Sin embargo, tu novio pudo acudir a ti con algo extremadamente sensible y quiere incluirte en lo que realmente está pasando con él. Para mí, esto es verdadera intimidad, ya que él pudo contarte algo personal en su evolución. Él claramente te ama y respeta lo suficiente como para hacer eso, ¡lo cual es increíble!
Dicho esto, tú formas parte de esta relación y puedes decidir qué te parece correcto o qué te parece que cruza la línea. Si decides probar algo, presta atención a cómo se sienten las cosas por dentro y observa lo que surge.
¿Sientes celos? ¿Enojo? ¿Tristeza? ¿Quizás podrías estar un poco excitada? Quizás, si te resulta demasiado incómodo verlo realizar actos sexuales con otro hombre, aceptas que ambos hombres se concentren en ti. Puedes decidir hasta qué punto estás dispuesta a dejar ir las cosas y siempre reevaluarlas en cualquier momento. Lo más importante es tener una comunicación continua sobre cómo se sienten ambos durante esta exploración.
Si verlo disfrutar con otro hombre te genera sentimientos incómodos, podría ser una buena idea hablar con un terapeuta al respecto. ¿Sentirías lo mismo si fuera otra mujer? Si no es así, ¿se debe simplemente a construcciones sociales en la sociedad en torno a lo que a los hombres se les permite hacer, versus a las mujeres? Al desempacar esto, es posible que puedas solucionar las cosas.
Al final del día, si decide que le gusta más estar con un hombre que con una mujer, permitirle tener esta experiencia no lo habría detenido. Eventualmente habría encontrado su camino allí. Prohibir un coqueteo entre personas del mismo sexo sería simplemente levantar una barandilla que prolonga lo inevitable. No puedes controlar el deseo sexual.
El objetivo de una relación sana es que ambos se sientan satisfechos sexualmente y al mismo tiempo sientan verdadera intimidad, amor y respeto mutuo. Encontrar un terapeuta de parejas comprensivo y abierto puede ser un contenedor seguro para hablar sobre sus deseos, miedos y límites. Quién sabe, tal vez decidas que agregar otro hombre a la mezcla podría aportar algo emocionante tanto para ti como para tu pareja.
Fuente: Queerty
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