Probablemente hayas escuchado a alguien mencionar las fisuras anales en algún momento de tu vida.
Las fisuras anales son pequeños desgarros en el tejido fino y húmedo (mucosa) que recubre el ano. La mayoría de las personas (heterosexuales) los contraen por deposiciones muy grandes. Sin embargo, si eres pasivo, corres un mayor riesgo de sufrirlos, especialmente si tu compañero es un perforador eléctrico que usa su gran herramienta sin tacto.
Las fisuras anales pueden ser increíblemente dolorosas. Pueden causar sangrado después de defecar (y después de tener relaciones sexuales). También picarán aleatoriamente a lo largo del día. Es una sensación corporal incómoda tener algo dentro de ti que te pica y te duele. Puede dolerte estornudar, reír, caminar, sentarse y defecar si se irrita mucho. Entonces, aquí hay algunas cosas que necesitas saber sobre cómo desarrollar, prevenir y curar fisuras anales.
Mantén tu movimiento intestinal en marcha
El estreñimiento es el mejor amigo de las fisuras anales. El empujón y la presión del estreñimiento pueden provocar desgarros en la mucosa y abrir aún más los desgarros que ya tienes. Asegúrate de mantenerte hidratado y comer mucha fibra para evitar el estreñimiento.
Consume más aceite de oliva
Al igual que mantenerse hidratado y comer más fibra para ayudar a mantener las deposiciones sueltas, considera agregar más aceite de oliva a tu ingesta diaria también. Este es un laxante natural que te ayudará a evacuar las heces. Además, también se puede utilizar de forma tópica al mezclar junto con un poco de miel y cera de abejas.
No contengas las ganas de ir al baño
Si contienes las ganas de ir al baño, cuando vayas será más intenso, lo cual puede provocar más fisuras.
El aloe vera es tu amigo
El aloe vera es un ingrediente natural que ayuda a refrescar y calmar las zonas afectadas. Si no puedes encontrar una planta de aloe, compra un gel orgánico en la tienda y repite el proceso cada tres o cuatro horas según sea necesario.
Usa mucho lubricante durante el sexo
Empápate de lubricante. Báñate en él. Sumerge todo su pene en una tina de lubricante. El lubricante hace que su pene sea más resbaladizo, lo que ayuda a prevenir fisuras (o permite que sanen). Cuando tienes relaciones sexuales secas, tu ano se irritará aún más.
Sumérgete en agua caliente
Como si necesitaras otra excusa para descansar en el baño, hacerlo también te ayudará con tus fisuras anales. Remojar el área afectada en agua tibia durante 10 a 20 minutos al día ayuda a relajar el esfínter, favoreciendo así la curación.
Fuente: Pride
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