Wesley Wallace dice que cree que se contagió de la viruela del mono al besar a alguien en un bar. Ahora quiere que la gente vea cómo puede verse el virus y que comprenda el estigma que conlleva.
Un hombre de Texas que contrajo la viruela del mono recibió mucha atención después de compartir imágenes de la progresión de la infección, que se manifestó en parte en su rostro.
Al compartir su experiencia en público, el gay de Houston dice que espera crear conciencia sobre su prevalencia y al mismo tiempo eliminar el estigma y llamar la atención sobre su aislamiento.
Después del feriado del 4 de julio, Wesley Wallace viajó a Austin para el Hippie Hollow Otter Fest, un evento de fin de semana al que asistieron hombres homosexuales en el lago Travis, para pasar un rato agradable en el agua. “Es un lago, un bote, una especie de costa”, le dice a The Advocate el profesional de tecnología de 42 años.
Cuando regresó del fin de semana de beber, socializar y tomar el sol, notó algo de irritación en la cara, que atribuyó a que se afeitó y usó protector solar mientras tomaba el sol. Cuando apareció otro punto parecido a una ampolla en su barbilla el martes, supuso que era un grano, pero no pudo reventarlo.
Después de que las llagas comenzaron a crecer al día siguiente, pensó: “viruela del mono, viruela del mono”. Luego, cuando se despertó el viernes, supo que algo andaba mal porque sus dolores corporales y los ganglios linfáticos inflamados lo hacían sentir mal.
Luego de ello pensó “sé lo que es esto”, por lo que llamó a su médico y le pidió una prueba de viruela del mono. En última instancia, su médico no requirió el resultado de una prueba para reconocer que tenía la viruela.
A diferencia de muchos que han contraído la viruela del mono, él está seguro que no la adquirió a través del sexo. “Tengo una naturaleza promiscua y tengo sexo casual”, dice, “pero ese fin de semana no fui tan salvaje”.
Según él, el fin de semana del 4 de julio, se había quitado la camisa en bares gay llenos de gente, donde innumerables personas sudorosas se frotaban contra él. Dice que atrapó a alguien contagiado besando a alguien.
“Probablemente me besé con varias personas en el bar”, dice, “y hubo muchos abrazos”.
Otra persona con la viruela del mono, su versión del contagio
El 30 de junio, Kyle Planck otra persona que comparte su historia comenzó a sentirse mal después de las festividades del Orgullo en la ciudad de Nueva York. El joven de 26 años le dijo a The Advocate que ha estado preocupado por la viruela del mono durante más tiempo que la persona promedio y trató de vacunarse temprano, pero no pudo. Dice, sin embargo, que pensó que había contraído COVID cuando comenzó la infección.
Durante varios días, tuvo dolores en el cuerpo y fatiga. “Pero la prueba de coronavirus seguía dando negativo”, dice.
Entonces sucedió: descubrió bultos en sus brazos, manos y otros lugares. En su área genital, las lesiones más dolorosas, dice, lo mantenían despierto por la noche, sin poder estar cómodo debido a su dolor insoportable. Otras lesiones en su mayoría se volvieron irritables al tocarlas, dice.
Otros pacientes gay con la viruela
Varios pacientes de la viruela del mono que han hablado con The Advocate informaron que las lesiones en el área que creen que tocaron la infección de otra persona eran constantemente dolorosas, mientras que las protuberancias que aparecían en otras partes de sus cuerpos eran menos dolorosas.
Planck es un estudiante de enfermedades infecciosas, por lo que debido a su experiencia en la comunidad médica y su capacidad para defenderse a sí mismo, recibió TPOXX el día después de su visita del 5 de julio a un centro médico académico en Nueva York.
Debido a que ese medicamento se ha probado exhaustivamente y está tan estrictamente regulado, él cree que el gobierno debería ponerlo a disposición y permitir que las personas se inscriban en ensayos clínicos. Además, aunque está completamente recuperado, dice que es insostenible que se requieran dos horas de papeleo para obtener el antiviral incluso después de que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades redujeron los requisitos.
Las secuelas
Aparte de sus efectos físicos, la viruela del mono también tiene un costo emocional en las personas, dicen tanto Planck como Wallace.
“Hay personas que conozco que me han dado la espalda, y he recibido mensajes de odio y violencia, tratando de avergonzarme y estigmatizarme”, dice Wallace. “Pero eso no va a funcionar”.
Wallace dice entre lágrimas que ha sido difícil vivir con el equivalente a una letra escarlata social en su rostro.
Pero dice que saca fuerzas de saber que su historia ayudará a otras personas en la comunidad LGBTQ+.
El miércoles, la Organización Mundial de la Salud advirtió que los hombres homosexuales deberían reducir el número de parejas sexuales que tienen.
Fuente: Advocate
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