Todos hemos visto a ese chico alto, masculino y musculoso en nuestro gimnasio que suponemos que es un “activo agresivo”, solo para descubrir más tarde por medio de un chisme que en realidad es un “gran pasivo”.

De alguna manera, nos resulta intrigante que no se ajuste a las normas esperadas de identificación de género que generalmente asociamos con una determinada posición sexual, lo que nos deja perplejos en nuestra búsqueda de nuestra próxima conquista.

El hecho de que no haya un código garantizado que nos diga el rol sexual de cada chico nos mantiene alerta, pero también plantea una pregunta curiosa. ¿Por qué ciertos chicos se identifican de la forma en que lo hacen?

Los hombres homosexuales han estado utilizando la posición sexual como parte de su identificación durante siglos. Después de todo, a diferencia de las mujeres, los hombres cis tienen las capacidades físicas a través de su anatomía para la inserción receptiva o la penetración externa, y no siempre se puede saber mirando a alguien que es lo que prefiere (¿o sí?).

Si estás en modo cacería y quieres garantizar que se satisfagan tus “necesidades”, la necesidad de identificar la preferencia sexual se vuelve esencial.

De ahí nacieron términos como “activo”, “pasivo” y “versátil” (o “vers”), convirtiéndose en una norma cultural muy importante en el mundo gay.

Para muchos chicos, especialmente los gays más jóvenes que recientemente han salido del armario y han entrado en escena, esto puede suponer una gran presión. ¿Cómo se supone que vas a saber lo que te gusta si ni siquiera has podido experimentar todavía?

Entonces, ¿qué hace que los hombres homosexuales se identifiquen como lo hacen? ¿Hay alguna forma de saberlo?

Un estudio de 2013 realizado en China y descrito en Archives of Sexual Behavior encontró que las personas a menudo se basan en estereotipos de género cuando intentan identificar qué roles sexuales alguien podría haber adoptado alguien en una relación homosexual.

La pregunta es… ¿se aplica lo mismo cuando los hombres homosexuales eligen su papel y cómo quieren identificarse?

Según otro estudio de 2015 en China, la respuesta es “sí”.

El estudio examinó a 509 hombres homosexuales y definió a un “activo” como alguien que prefiere el rol insertivo”, a un “pasivo” como “alguien que prefiere el rol receptivo” y “versátil” como “alguien que no tiene preferencias con respecto al sexo anal.”

Según los resultados, los hombres homosexuales eligen su identificación de rol sexual más por cómo creen que deben hacerlo, en función de cuán masculinos o femeninos son, en lugar de determinar siquiera cuáles son sus sentimientos sobre el acto del sexo anal y los niveles de placer que reciben de cada rol.

Aunque esto nos entristece, no es una sorpresa. La sociedad tiene la habilidad de querer encerrar a las personas en función de expectativas culturales, versículos que les permiten decidir las cosas por sí mismos, y la cultura gay no es diferente.

Si un hombre gay se inclina por el lado más femenino, puede sentir que necesita asumir el papel más “femenino” de receptor, en lugar de ser el dador, lo que refuerza estereotipos misóginos que se remontan a mucho tiempo atrás. En la otra cara de esa moneda, si un hombre gay todavía está luchando con su propia homofobia internalizada, puede identificarse como un activo sólo para no asumir un papel que lo haga sentir demasiado femenino, contra el cual quizás haya luchado durante mucho tiempo. De nuevo, más misoginia.

​Otras teorías sobre cómo las personas eligen sus preferencias giran menos en torno al género y más en torno a la dominancia frente a la pasividad. Si eres alguien que se considera confiado, agresivo y en control, puedes decidir que eres más un activo. Por el contrario, si eres más pasivo en tu vida diaria y prefieres dejar que otros tomen el control y lideren, es posible que disfrutes más el papel de pasivo. Una vez más, esta teoría casi no tiene nada que ver con los niveles de placer que los hombres reciben en el dormitorio a partir de los propios actos sexuales.

Por supuesto, siempre hay variaciones que ocurren dentro de estos roles mismos. ¿Qué pasa con un “power bottom” o un “Activo sumiso”? ¿Están ese tipo de variaciones disponibles para quienes se dan cuenta de que la sexualidad no es tan binaria?

El autor Gray Muranaga esbozó una teoría en 2019 a la que llamó “La teoría Tri-Top”, que lleva ese concepto de “matiz” aún más lejos.

Muranaga escribe: “Los roles que asumimos en nuestras relaciones son mucho más que lo que hacemos en la cama. Las relaciones son complicadas y multifacéticas. A menudo implican sentimientos, conversaciones difíciles y romance. Esto nos deja con tres roles básicos en las relaciones: sexual, emocional y romántico”.

Según su teoría, puedes ser más activo en un ámbito de la relación, y al mismo tiempo ser pasivo en otros. Tiene sentido.

Aunque siempre puede haber preguntas sobre por qué los hombres homosexuales se identifican como lo hacen, lo que está claro es la presión y las limitaciones que conlleva tener que elegir nuestro lugar en el dormitorio. En lugar de sentir que la gente espera algo de nosotros, ¿no sería fantástico si pudiéramos tomarnos el tiempo para descubrir qué preferimos e incluso poder evolucionar y cambiar?

Fuente: Queerty

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