Relatos: Mi roomie hetero terminó en mi cama esta cuarentena
Por Luci
Mi nombre es Javier, tengo 24 años y hace dos años llegué a vivir a la CDMX, por razones de economía decidí rentar un departamento compartido, donde ya se encontraba un chico, me pareció agradable así que tardé mucho tiempo en adaptarme.
Han sido dos años geniales, nos hemos convertido en buenos amigos, nos contamos todo, le compartí que soy gay, se lo tomó muy bien, incluso me acompaña a lugares de ambiente, pero él siempre me ha dejado claro es heterosexual, no había pasada nada extraordinario en nuestras vidas.
Pero en marzo a ambos por razones de la pandemia nos enviaron a nuestros hogares, pues era necesario quedarnos en casa, así que trabajaríamos desde casa para no exponernos al virus que estaba cada vez infectando más personas.
No me parecía tan mala idea, digo, podría tener más tiempo, aprovechar para hacer cosas personales, así fueron las dos primeras semanas, incluso decidimos hacer el súper muy bien surtido para salir lo menos posible.
Trabajamos en las mañanas y las tardes hacíamos algo para divertirnos, como jugar videojuegos, tomarnos algunas cervezas, él hablaba con su novia y yo con amigos, los días cada vez se volvían más aburridos y nos quedábamos sin ideas.
Una tarde me comenzó hacer preguntas sobre mi sexualidad, curiosidades que tenía, como mi rol, como me atraían los hombres, como ligaba con ellos, mis posiciones favoritas, como había confianza yo no tenía problemas con responder.
Esa tarde quedó todo así, como una charla casual, pero hace una semana pasó algo que nunca imaginé viviría, pero ha sido uno de los mejores momentos que he tenido, de sólo recordarlo me vuelvo a encender.
Una noche estaba acostado ya en mi cama, yo suelo dormir sólo en ropa interior, mi puerta no tenía llave pues no lo veía necesario, me estaba quedando dormido cuando escuché la puerta se abrió, eso me asustó.
Me comenzó a decir que no sabía que pasaba, pero tenía muchas ganas de tener sexo, su libido estaba muy despierto y masturbarse ya no le satisfacía, yo bajé mi mano y lo comencé a tocar, él disfrutaba, luego lo besé y accedió.
Me bajé, comencé con un oral, podía notar como él estaba muy excitado, me bajé mi boxer y me puse de perrito, la posición que más me gustaba, él jugó un poco con mi cuerpo, metía sus dedos lentamente, luego usó su lengua.
Cuando por fin sintió estaba listo, entró en mí, pude sentir como su miembro abría paso, no estaba nada pequeño, pero yo estaba disfrutando al máximo, me cambiaba de posiciones, usando las que le había contado.
Él se dejó llevar, estaba disfrutando, hasta que terminó, luego terminé yo, ambos nos quedamos sobre la cama desnudos, mirando hacia arriba, luego de un momento nos comenzamos a reír, me besó la frente y salió de mi cuarto.
En estos días no ha pasado nada, las cosas siguen exactamente iguales, pero ahora me pega nalgadas, me abraza, juega conmigo, no creo esté enamorado, pero podemos tener una amistad aún más fuerte, aunque no estoy cerrado a lo que pueda pasar.
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